Una vida en una billetera
Estoy en mi escritorio, con la billetera de mi hijo frente a mí. Es un modelo estándar, de cuero; está repleta, desgastada y le cuelgan hilos como si fuera chaleco de vaquero. Le pedí a Zach que la cambiara e incluso tenía una apartada para él. Pero quería esta vieja, por el hábito y una…