Trece días de mentiras que me cambiaron la vida
A James le encantaba estar cerca de mi perrita, Cindy. Le sacaba fotografías y las publicaba en su cuenta de Facebook. Jugaba con Cindy y luego se acurrucaba con ella, también la arrinconaba y hacía que lo viera a los ojos: esa mirada profunda y fija significaba que tenían una conexión, decía que él pertenecía…