Lo nuevo de Chris Cornell

por Andrés Kerese

02/01/2021

Dicen que la mayoría de las personas que terminan suicidándose, de alguna manera, siempre tratan de avisar previamente sus intenciones. En la mayoría de los casos el suicidio es la culminación de un acto planificado. Por todas las señales que fue dejando, y por la manera en que se quitó la vida, el suicidio de Chris Cornell no fue la excepción. Y sí, pareciera que sus familiares o su entorno más cercano en su momento fueron poco observadores o no entendieron las señales.

No One Signs like You Anymore, Vol.1 es un álbum con diez versiones que Chris Cornell personalmente seleccionó y secuenció para celebrar los artistas y canciones que lo inspiraron. Fue grabado en Los Angeles en 2016 y contó solo con la ayuda del productor Brendan O’Brien, el mismo que siempre ha estado detrás de la consola de sonido de Pearl Jam. El disco es bastante corto, tan solo 36 minutos. Consta de diez canciones, en el caso de seis de ellas sus intérpretes originales ya estaban muertos para el momento de la producción. El álbum quedó terminado y listo para ser distribuido ese mismo año, pero a comienzos de 2017 Cornell decidió reunir nuevamente a Soundgarden y salir de gira con su vieja banda. Cuando el futuro es incierto, tratar de revivir el pasado es una de las tantas maneras que conseguimos para evadirlo. El 18 de mayo de 2017 Chris Cornell, después de un concierto en Detroit, decidió ahorcarse en su habitación de hotel.

Esta vez su esposa sí estuvo atenta a las señales. A pocos días del fin del primer año en pandemia, y en medio de una disputa legal con el resto de los miembros de Soundgarden por los derechos del legado musical de su esposo, Vicky Cornell y sus hijos consideraron que había llegado el momento de comercializar el trabajo póstumo de Chris.

De la misma manera en que la música es clasificada en géneros como Alternativa, Indie, Folk, Pop, Rock, Dance o Electrónica, debería haber una categoría llamada Covers. El cover es una oportunidad que se brinda el que lo interpreta para rendir homenaje a una canción en particular, a un álbum emblemático o a una carrera musical digna de ser reinterpretada.

Los covers de Chris Cornell cumplen con su misión: la de celebrar a los artistas que lo inspiraron, pero no emocionan. Les falta la genialidad interpretativa de viejas canciones como Hunger Strike de Temple of the Dog, en la que Cornell tuvo un duelo de voces con un desconocido joven llamado Eddie Vedder. La versión de Patience, original de Guns and Roses, suena apagada. Nothing Compares To You fue compuesto por Prince solo para Sinéad O’Connor, para más nadie. Y versionar a Lennon siempre será un compromiso que va más allá de la voz o la interpretación musical, es una cuestión de actitud y de credibilidad.

Los buenos artistas, cuya obra trasciende al ámbito de su vida, dejan lo mejor para los finales. Bien sea el de una novela, una película o un disco, los finales buenos sorprenden por lo inesperados que son.

Stay With Me Baby, la mejor canción de No One Signs Like You Anymore Vol.1, estaba pensada para estar ahí, al final, para asombrar. Una canción que sobresale del resto, concebida originalmente para Vinyl de HBO, una serie ya de culto que no sobrevivió más allá de una sola temporada. Scorsese prefirió quitarle la vida antes de que cayera en el olvido.


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