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Stan Lee asiste al estreno de "Capitán América: Civil War" en el Teatro Dolby de Los Ángeles. Fotografía de Frazer Harrison / Getty Images North America / AFP

Stan Lee habla de cómics, escándalos y demandas

por Bem Widdicombe

13/11/2018

Los Ángeles — Stan Lee, el genio de Marvel Comics y cocreador del Hombre Araña, los Hombres-X y la Pantera Negra, vive en un mundo de héroes y villanos. Hoy en día es difícil saber cuál es cuál.

Muy pocos creadores han dejado una marca tan indeleble en la cultura popular. Según el sitio de cifras de taquilla The Numbers, las películas de superhéroes adaptados de los cómics de Lee han recaudado más de 24.000 millones de dólares en todo el mundo. Es muy popular en Twitter y puede decir que Federico Fellini, Ronald Reagan y George R. R. Martin, de la saga de Juego de Tronos, han sido admiradores suyos.

“Stan está al nivel de Walt Disney si se trata de grandes creadores no solo de un personaje sino de toda una galaxia de personajes, que se han vuelto parte de nuestras vidas”, dijo Martin. “En la actualidad creo que probablemente es más grande que Disney”.

Aunque en esta cúspide de la carrera profesional de Lee hay muchas nubes tormentosas.

El año pasado vivió una complicada mezcla de tragedias y escándalos, con la muerte de Joan Lee, su esposa por más de siete décadas; sospechas de que le han desfalcado millones de dólares de sus cuentas bancarias y chismes de que un exasociado le robó sangre para vendérsela a los fanáticos.

Recientemente, The Hollywood Reporter publicó una investigación que indica que Lee, de 95 años, es víctima de “abuso a mayores” por parte de su hija Joan Celia Lee, de 67. The Daily Beast también reportó en marzo que Lee, cuya fortuna ronda los 50 millones de dólares, está rodeado de “una colección de charlatanes e impostores de Hollywood” que lo están “destazando como buitres”.

Un programa de radio en Orlando, Florida, incluso discutió un rumor de que sus asesores lo “tienen cautivo” y “básicamente lo encerraron en casa”.

Sin embargo, durante una visita reciente a ese hogar en Bird Streets, un enclave de casas de celebridades en West Hollywood, California, el mismo Lee dijo que así no son las cosas.

Sí, quien abrió la puerta fue un guardia de seguridad de 1,90 metros de alto con una pistola amarrada a la cadera. Y Lee no ha salido mucho últimamente, después de un brote de neumonía que lo dejó corto de aliento y algo frágil. Tampoco puede leer debido a una degeneración macular.

Pese a ello, parecía estar relajado y entusiasta. Le dio la bienvenida a este reportero a una sala al lado de una piscina, con un alfombrado verde bosque cuyo color se ha difuminado por estar bajo el sol californiano durante cuarenta años. Lucía una camisa color amarillo y pantalones de poliéster color beige.

Así que: ¿es un prisionero en su propio hogar, rodeado por supervillanos de la vida real?

“Soy el tipo con más suerte del mundo”, dijo Lee, entre risas que lo hacían sonar como un adolescente de 95 años. “Nadie tiene más libertad”.

También defendió a su hija, apodada JC, frente a las denuncias de que ha abusado físicamente de él y drenado sus finanzas. “Mi hija ha sido de mucha ayuda”, dijo. “La vida es buena”.

Un hogar en desorden

Durante cuatro décadas, Lee ha vivido en un hogar relativamente modesto de dos pisos en medio de una zona que se ha vuelto de las más valiosas para bienes raíces de Los Ángeles. Dr. Dre es vecino suyo y Leonardo DiCaprio vive en la misma cuadra, en una calle donde las casas llegan a venderse por alrededor de 30 millones de dólares.

Dentro del hogar estilo suburbano, había una enfermera y una asistente del hogar moviéndose por la cocina. Lee parecía estar a gusto, aunque el guardia armado hacía sentir como que todo estaba siendo vigilado; era difícil relajarse por completo.

La casa parece ser una cápsula de tiempo de cómo era Hollywood a finales de los setenta. Decorado por Joan, su esposa fallecida, está repleto de figuritas de animales de cerámica y de madera tallada al estilo de arte africano y asiático, y con espejos enmarcados colgados en las paredes, cuyas superficies son de espejo. Hay clavos vacíos rodeados por contornos empolvados al lado de obras originales y reimpresiones de artistas como Joan Miró, Pablo Picasso, Alexander Calder, Salvador Dalí o Roy Lichtenstein; da la impresión de que es un hogar que se ha ido erosionando poco a poco.

“Mi esposa… Es la única persona en este planeta que conozco que pondría un espejo grande encima de otro espejo grande”, dijo Lee. “Y cuando estaba aquí tenía tantas pinturas, en todas partes. La mayoría ya no están. Mi hija se llevó muchas de ellas y otras terminaron en algún otro lugar”.

Justamente es el que sea tan vago sobre qué es ese “otro lugar” lo que ha causado preocupación entre los amigos de Lee.

Joan Celia Lee y Stan Lee en 2016 durante la premiere de Doctor Strange. Fotografía de Alberto E. Rodriguez / Getty Images North America / AFP

Desde que falleció Joan el año pasado, el hogar ha quedado en caos y hay tres facciones de asesores que alguna vez fueron de confianza peleándose por el control. El actual guardián de Lee es Keya Morgan, quien despidió al personal anterior.

Morgan, un excomerciante de valiosas antigüedades, se mudó a Los Ángeles cuando produjo la película Gotti, basada en la vida real del mafioso, y ahora se describe a sí mismo como “socio de John Travolta”. Sentado al lado de Lee, estaba vestido con un traje negro y corbata, un bombín negro y lentes de sol, que bajó hasta la punta de su nariz para poder ver, puesto que estábamos en el interior de la casa.

En febrero, Morgan llamó a la policía para que retirara del sitio a quien fue mánager de Lee durante mucho tiempo, Mac Anderson, conocido como Max Anderson fue acusado de, entre otras cosas, intentar sobornar a una enfermera para que declarara que Lee estaba secuestrado en su casa. “Se metió en una gran pelea con Stan y la hija de Stan” y lo despidieron poco después, aseguró Morgan.

Anderson, contactado por teléfono, rechazó hacer comentarios.

También quedó fuera Jerry Olivarez, publicista hollywoodense que el año pasado tuvo poder de decisión legal respecto a los asuntos de Lee; en ese tiempo desaparecieron más de un millón de dólares de las cuentas del creador de Marvel. Unos 300.000 dólares de esos fondos fueron sacados con un cheque dirigido a Hands of Respect, empresa registrada a nombre de Olivarez y Lee que hace broches de solapa de 10 dólares cada uno que abogan por la armonía racial.

También desaparecieron 1,4 millones de dólares más por medio de transferencias electrónicas y una bolsa de mano marca Chanel llena de efectivo se desvaneció sin rastro, según Morgan. Además, el control de un acervo de objetos originales de Marvel, como bosquejos de personajes y estatuillas, está en disputa entre Anderson y Lee, según The Hollywood Reporter.

Puede que Lee sea un genio creativo, pero definitivamente no es un genio financiero. “He sido muy descuidado con el dinero”, dijo.

“Tuve algún socio, o dos, que, dado que no tiendo a contar dinero, pues les dejé encargarse de lo que ganábamos”, dijo Lee, mientras tomaba agua mineral para aliviar su voz rasposa. “Últimamente he descubierto que mucho del dinero que ganamos ya no está disponible. No sé dónde está, pero un tipo, o quizá uno o dos más con él, encontraron cómo llevárselo”.

“Y, pues, me siento mal, y claro que tengo a un abogado que intenta recuperarlo”, dijo. “Pero tampoco vale la pena desquiciarse por dinero, ¿sabes?”.

La fábrica de superhéroes

Stanley Lieber, hijo de migrantes rumanos judíos, nació en la ciudad de Nueva York en 1922. Lo contrataron en 1939 como asistente en Timely Comics, una división de una revista sensacionalista que prometía poco y que, eventualmente, sería renombrada Marvel.

Al año siguiente, buena parte del personal se marchó y Lieber fue nombrado editor; se cambió el apellido a Lee con la expectativa de poder usar su verdadero nombre cuando publicara las grandes novelas que esperaba poder escribir. Y ahí quedaron cimentados los dos grandes temas de su vida: sentirse como que su trabajo no iba más allá de fruslerías culturales y el hecho de que era un empleado corporativo que no era dueño de los derechos de sus creaciones.

Su mayor racha de inspiración empezó en 1961, cuando Lee tenía casi 40 años y ya estaba más que desencantado con su carrera. Al lado del artista Jack Kirby, creó Los Cuatro Fantásticos, un éxito que superó el año siguiente con la invención del Hombre Araña junto con el artista Steve Ditko.

El título oficial de Stan Lee en el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial fue «Dramaturgo». Fotografía tomada de la cuenta oficial de Twitter @TheRealStanLee

Entre los personajes que creó a lo largo de la siguiente década con esos artistas, y con otros, están los Hombres-X, Iron Man, Hulk, Thor, Doctor Strange y, en 1966, Pantera Negra, el rey guerrero africano cuya reciente adaptación fílmica ha recaudado más de 1300 millones de dólares en taquilla.

“Me arrepiento de no haber tenido personajes negros antes”, dijo Lee. “Intenté crear un superhéroe asiático, quise crear un superhéroe suramericano. Y desde ese momento ya pensaba que era ridículo que no hubiera un superhéroe negro”.

Ante la pregunta de si las películas y cómics contemporáneos podrían hacer un mejor trabajo para representar a las mujeres y a las personas de varias razas, dice “sí”, antes de detallar: “No puedes forzar al público. Pero si tienes un héroe negro o una heroína y ves que le va bien en los puestos de periódicos, sería estúpido no buscar más historias como esas. Todo depende del mercado”.

Aunque el mismo Lee parece haber subestimado su valor en ese mercado. Ha hecho mucho más dinero que cualquiera de sus cocreadores de Marvel, pero solo por cobrar un sueldo: no recibe ninguna regalía por las películas creadas con base en sus personajes.

En 2005 recibió un pago único de 10 millones de dólares por parte de Marvel, para cumplir con una condición de su contrato que lo hacía acreedor al 10 por ciento de las ganancias de las adaptaciones de televisión y cine. Cuatro años después, Disney compró Marvel por 4000 millones de dólares y no queda claro si Lee sacó algún beneficio de esa operación (como es el director emérito de Marvel, recibe un sueldo, que se sospecha que es de 1 millón de dólares).

“Si tienes un héroe negro o una heroína y ves que le va bien en los puestos de periódicos, sería estúpido no buscar más historias como esas”.

STAN LEE

Una fuente adicional de ingresos son sus apariciones en persona —con todo y un cobro de 120 dólares para quienes quieran su autógrafo—, pero sus intentos de crear nuevos personajes o empresas sobre superhéroes no han sido exitosos.

Stan Lee Media, una empresa emergente de contenido digital, se desplomó en 2000 y su socio Peter F. Paul terminó en prisión por fraude bursátil. Lee está involucrado en disputas legales con POW! Entertainment, la empresa que estableció en 2001 para crear nuevos programas, como Stripperella, una caricatura protagonizada por Pamela Anderson.

POW! fue vendido el año pasado a Camsing International, una compañía con sede en Hong Kong que quería clonar Marvel para el mercado de Asia. Lee dice que no le han pagado; la empresa asegura que sí. “Lee recibió el pago y continúa recibiendo pagos por parte de la compañía”, dijo Shane Duffy, director ejecutivo de POW!. “Declaraciones como esa solamente profundizan nuestra preocupación por el bienestar de Stan”.

Como parte de la pelea, Morgan y la hija de Lee irrumpieron en las oficinas de POW! en el bulevar de Santa Monica la noche del 14 de marzo y retiraron objetos que aseguran que le pertenecen a Lee. Dispararon una alarma silenciosa al hacerlo, por lo que POW! levantó un reporte policial.

Las autoridades de Beverly Hills retiraron la investigación por robo, aunque la disputa continúa.

“Están haciendo como si al comprar la empresa pasó a pertenecerles todo lo que está dentro de las cuatro paredes”, dijo Lee, con un tono abatido. “Entonces, otra demanda”.

¿Un futuro con Oscar?

Más allá de la burbuja de dramas legales y problemas personales, la influencia creativa de Lee sigue siendo inmensa.

“No cabe duda que Stan, en cuanto a la cultura popular estadounidense, es uno de los gigantes del siglo XX”, dijo Martin, el creador de Juego de Tronos. “Hombre Araña e Iron Man, los Hombres-X… siguen siendo tan vigentes como nunca”.

Desde el sofá de estilo floral en su sala de estar, Lee no deja de sacar a relucir anécdotas inmensamente entretenidas de sus días de gloria, aunque algunas parecen tan increíbles como su creación de 1962, el Hombre Gigante.

Habló sobre la vez en que Pablo Picasso quedó tan impresionado por la belleza de Joan Lee que se acercó a la pareja en un restaurante de Nueva York y se puso a dibujarla con el mantel como lienzo. “Corrimos de inmediato a casa para contarle a mi padre lo sucedido”, dijo Lee y agregó que “por estar tan emocionados dejamos el dibujo en el restaurante. ¡Nunca lo encontramos!”.

También cuenta la ocasión en la que DiCaprio le dijo a Lee que le había escrito al presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas con el fin de que Lee recibiera un Oscar honorario gracias a sus apariciones cortas y estelares a lo largo de los años (sale en prácticamente todas las películas de Marvel, incluida Pantera Negra, en la que interpreta a un apostador que juega en un casino clandestino surcoreano).

DiCaprio también quiere interpretar a Lee en una película sobre la vida del creador de Marvel, a decir de Morgan, quien hace poco acompañó a Lee a una visita al hogar del actor (un portavoz de DiCaprio no confirmó que se haya producido el encuentro).

La idea de un filme biográfico protagonizado por DiCaprio no termina de convencer a Lee. Al hablar de eso, se quedó mirando hacia la piscina y el desfiladero que se ve desde ahí, pensando sobre cómo lo interpretaría el actor ganador del Oscar.

“No sé si podría captar mi esencia”, dijo después de unos momentos. “Tendremos que hablar al respecto”.

***

Este texto fue publicado originalmente en The New York Times en español el 13 de abril de 2018.


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