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Para la década de los 70, Osho tenía más 4.000 seguidores. Fotograma de la serie documental "Wild Wild Country"

“Wild Wild Country” y la máquina naranja de Osho

por Indira Rojas

23/10/2018

Las imágenes de los caminantes naranjas transitando por las calles de Antelope, un pueblito de jubilados en Oregón (Estados Unidos), parecen escenas de una película de zombies. Pero no es ciencia ficción. “Vendrán más”, le dice uno de ellos a un lugareño. Llegan en grupo. Los locales comentan que sus ojos parecen atrapados en una hipnosis. Tienen “la mirada”. Así la han bautizado. Los sannyasin, seguidores de Osho, pasan entre los autos, las casas y los pobladores. Los habitantes de Antelope los miran asombrados. ¿Quiénes son estas personas? ¿A qué han venido? No se detienen hasta llegar al rancho Big Muddy. “Los rojos”, como comienzan a llamarlos, han hecho de la antigua hacienda su tierra prometida.

Seguidores de Osho en Oregón, esperando la llegada del gurú en su auto Rolls-Royce. Fotograma de la serie documental Wild Wild Country

La serie documental de Netflix Wild Wild Country, dirigida por los hermanos Maclain Way y Chapman Way, es más que una ventana a la expansión de Bhagwan Shree Rajneesh —conocido más tarde como Osho— en occidente. Es más que amor libre, sexo salvaje, drogas, terapias de hiperventilación y meditación como producto. Es más que una investigación sobre el culto que en la década de los 80 soñó con su propio gobierno y una comunidad autosustentable. Es un registro perturbador de un liderazgo carismático que supo agrupar las necesidades de la sociedad que cuestionaba su modo de vida. Osho les vendía un “hombre nuevo y completo”. Una oferta que, como la historia lo ha demostrado, es más que sospechosa.

Gracias a una investigación profunda el documental ofrece una perspectiva inteligente. Wild Wild Country es el resultado de cuatro años de trabajo. Los hermanos Way recopilaron 110 horas de entrevistas filmadas y contaron con un archivo audiovisual inédito, con el que crearon una narrativa ordenada y emocionante. En una declaración desde Los Ángeles, los hermanos contaron que al terminar su primer documental, The Battered Bastards of Baseball, conocieron a una persona que tenía acceso a 300 horas de material “que supuestamente nadie había visto ni requerido. Un cofre de cintas al que se refería como la historia más bizarra ocurrida nunca en Oregón”.

Osho y varios seguidores, entre ellos Ma Anand Sheela (a la derecha). Fotograma de la serie documental Wild Wild Country

Cuando Osho dejó su ashram en Pune, India, sus seguidores se sentían perdidos. No sabían qué hacer. No sabían qué camino transitar. Cuando falleció fue todavía peor. Los entrevistados en Wild Wild Country no esconden tal dependencia, al contrario, relatan con cierta alegría la necesidad que desarrollaron por estar cerca de su maestro. La necesidad de estar a sus pies, literalmente.

Osho es el personaje de estudio, por así llamarlo, de Wild Wild Country. Sin embargo, la protagonista de esta historia es su secretaria personal. Mientras Osho fue el líder espiritual y el titiritero principal, Ma Anand Sheela tuvo el poder sobre la comunidad de los sannyasin. Y sobre Ma Anand Sheela cayó toda la porquería que el gurú indio supo esquivar. Ella estaba feliz y veía a su maestro con los ojos de una enamorada.

Sheela, la mano derecha del gurú Osho, en Estados Unidos. Fotograma de la serie documental Wild Wild Country

Una cosa distinta son los seguidores de Osho actuales, que conocen sus enseñanzas por sus publicaciones. Wild Wild Country, en cada uno de sus 6 capítulos, recorre los inicios de este movimiento hasta llegar a los escándalos más duros. ¿Qué ocurrió en el camino? ¿Cuándo los seguidores naranjas pasaron de ser personas inofensivas a invasores? ¿Cuándo traspasaron la delgada línea entre sentirse parte de algo y alinearse ciegamente? ¿Qué pasó con el maestro que hablaba del “hombre nuevo”?

También es cierto que cuando llegaron a Oregón nadie sabía qué ocurría dentro de la comuna, pero no se les podía acusar de afectar directamente a los habitantes de Antelope. Al comienzo, los pobladores se sentían engañados. El espectador debe preguntarse si esta es razón suficiente para expulsar a los recién llegados, o si se trata de un acto de intolerancia que sólo empeoró las cosas. Saque sus propias conclusiones. Wild Wild Country está disponible en Netflix. Cada entrega dura aproximadamente una hora. Sentirá que la realidad y la ambición de poder superan cualquier relato de ficción.


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